Tuve un amor, lo perdí en la monotonía
y hoy recurro a la pluma para recordarlo
porque quizás mañana cuando levante el día
no tenga más ideas que el de humillarlo.
Me hizo daño y con su daño se lastimó…
pobre amor iluso que inutilmente pensó
que la pasión envuelve al hombre hasta la muerte,
y es que mi espíritu es fuerte,
tan fuerte, que mi corazón olvidó.
Tuve un amor, tal vez otro hombre lo acechó
y al no verme a su lado dejó de ser amor
seguramente rompió sus juramentos;
suele pasar, el amor es como el viento:
nunca sabemos cuando llega, nada más sabemos que pasó.
Quisiera que algún día ese amor leyera esto
tal vez un poco vulgar pero bastante sincero,
él comprenderá, llorará, y en sus lamentos
me recordará como ayer: ¡Su amor primero!